En un primer momento, la fiscal Verona Dagotto se refirió a la pasada audiencia preliminar del 27 de junio, donde la causa fue elevada a juicio y se estableció la prisión preventiva de Miguel Angel Asencio por 3 meses, lo cual concluía este martes. Como el 22 de noviembre comienza el debate, solicitó se prorrogue la medida de coerción del imputado hasta que finalice el mismo.
Los motivos ya han sido debatidos en audiencias anteriores: existen elementos de convicción suficientes para tener a Asencio como probable autor del hecho, peligro de fuga y entorpecimiento de la investigación. “Nada ha cambiado; el hecho es gravísimo y la pena en expectativa es de prisión perpetua. El imputado no tiene domicilio para ofrecer y existe peligro de entorpecimiento ya que su libertad podría influir sobre testigos. Concluyendo: no hay motivos nuevos para el cese de la prisión preventiva, o para solicitar una medida sustitutiva”, sostuvo Dagotto.
Por su parte, la defensora María Cristina Sadino recordó que la medida de coerción ya la viene cumpliendo desde que se inició la causa y no se opuso al pedido de la fiscal.
Finalmente, la jueza María Laura Martini se refirió en su resolución a los peligros procesales ya analizados en distintas audiencias y accedió al pedido del Ministerio Público Fiscal, por lo que Asencio llegará al juicio directamente desde su celda.
El hecho relatado por la Fiscalía
El viernes 5 de noviembre de 2021, siendo aproximadamente las 14.20, Daniela Velasco ingresaba a trabajar a la escuela Perito Moreno, donde impartía clases de lengua, cuando fue abordada por Asencio, quien llevaba consigo con un cuchillo de al menos 30 centímetros de largo. Le asestó diversas puñaladas, provocándole cuatro heridas, dos de ellas mortales y dos defensivas.
El ataque fue advertido por un testigo y Asencio escapó corriendo en dirección a calle Brown, siendo perseguido por el testigo y por personal de Tránsito. El homicida intentó agredir al testigo mediante varias estocadas, sin conseguirlo. Al llegar a la altura de 535 intervino un policía y seguidamente Asencio arrojó el arma blanca en la vía pública, sentándose en el escalón de una vivienda y sin oponer ya más resistencia.
Imputado y víctima mantuvieron una relación de 5 meses que ya había concluido al producirse el crimen.