Fue una celebración con la que la mayoría de la gente sólo puede soñar. María tiene muchos amigos peludos, al menos 10, y decidió celebrar su cumpleaños con ellos.
La abuela comparte su hogar con su hija, la familia de ésta y una alegre manada de adorables perros, 10 en total. Para ellos, María es la encarnación de la bondad y el amor.
La hija de María, Abencoada, expresó: ” A mi mamá le encanta vivir con animales. Le encanta acurrucarse con ellos”.
Los perros se sentaron junto a María en la mesa mientras se iniciaba la celebración. Rodeada de tanto amor, la abuela María estaba radiante. Todo fue perfecto.
“¡A los perros les encantó participar en la fiesta de la abuela!” dijo Abencoada. “Aca se los trata como parte de la familia. Participan en todo”.
También se sirvió comida para las personas y algunas golosinas para los cachorros.
A lo largo de sus muchas décadas de vida, la abuela María vivió sin duda su buena dosis de alegrías y celebraciones. Quizá demasiadas para contarlas.
Pero gracias a su amor por los animales -y el amor de éstos por ella-, después de 89 años, todo sigue mejorando.